Cuando yo era apenas un adolescente, escuchaba hablar a los mayores sobre como debía ser el anillo de compromiso de la novia y siempre decían que era de plata y zafiros, pero nunca dijeron que hubiera una joya que se llamara camagua, sin embargo el pasado domingo 2 de Junio descubrí que realmente existe y asi lo demostraron en el escenario el cuarteto vocal Los Zafiros y la compañía folklórica Camagua, procedente de la provincia de Camagúey.

  Realmente fue un derroche de buena música y por supuesto de una amplísima muestra del folklor danzario caribeño, digno de disfrutar por la limpieza de su técnica e interpretación y que no cabe duda que Camagua es un portento de profesionalidad y dedicación.
 
 Por su parte Los Zafiros recrearon el antológico repertorio de sus ancestros, que por supuesto hizo que el respetable coreara las canciones que tan populares fueron hace mas de tres décadas, además de interpretar temas de nueva creación del cuarteto.
 
 Momento de verdadera emoción resultó el homenaje a Manuel Galbán, quien por tanto tiempo fuera el guitarrista acompañante del grupo original y que lamentablemente falleciera al igual que tres de sus miembros, el momento climax fue la lectura de la carta de Manuel Cancio, único sobreviviente de aquella epopeya.
 
 Y que decir de la nueva versión de aquel simpático grupo "Los Bravos" que irrumpió en el teatro e hizo que el público arroyara por los pasillos con su antológica "La Batea" , y para sorpresa de todos apareció en el escenario Marquitos, quien fuera el bombo de los originales Bravos.
 
En fin este domingo resultó de pleno gozo para los asistentes que salieron del Teatro con su corazón lleno de alegría y satisfacción por todo lo que disfrutaron.